Apreciadas autoridades, funcionarios, funcionarias y colaboradores y colaboradoras de la SB:
Hace tres años que asumí la posición de superintendente de Bancos. Antes de que se diera el contexto en que llegamos aquí, nunca imaginé que tendría que conducir la institución a través de circunstancias adversas y sin precedentes que incidirían sobre la economía dominicana y el sector financiero. Como muchos saben, usualmente uso la metáfora del barco al que debíamos llevar a puerto seguro, pero en ocasiones se siente más como un autobús en marcha, a toda velocidad, en un camino pedregoso y lleno de curvas cerradas. Hoy, después de sortear numerosos desafíos, tengo la satisfacción de sentir que, juntos, hemos arribado a un lugar seguro.
Todos y todas conocemos el impacto que pudo ejercer sobre la sostenibilidad del sector financiero la paralización total de la economía dominicana y mundial por COVID-19, la cual pudimos superar exitosamente como país. A la misma se le sumaron otras de forma sucesiva: la interrupción en las cadenas de suministro, contenedores, y transporte marítimo; las alzas en los precios de los combustibles y bienes alimenticios de primera necesidad, y, además, políticas monetarias que elevaron las tasas de interés en todo el mundo. Aún hoy, las altas tasas de interés se mantienen ejerciendo presión a nivel global. Esta situación, a la que se asocia la caída de bancos de importancia en Estados Unidos y Europa, ha sido sorteada exitosamente en nuestro país.
A pesar de las alzas en las tasas de interés y la caída del crecimiento en sectores dinámicos de la economía, como la construcción, el sector financiero mostró su fortaleza exhibiendo adecuada liquidez, solvencia y alta rentabilidad.
Entre junio de 2022 y junio de 2023, los activos del sistema financiero evidenciaron un crecimiento de 13.9%, alcanzando RD$3.27 billones, equivalente a 52.2% del Producto Interno Bruto (PIB). De forma similar, la cartera de créditos del sistema tuvo una variación interanual, a junio de 2023, de un 16.5%.
La cartera de créditos registra un crecimiento real importante, que coadyuvó a mantener el crecimiento de la demanda en la economía. El crédito del sistema financiero ascendió a DOP1.77 billones (27.7% del PIB), para un aumento interanual de DOP250,996 millones. El segmento de tarjetas de crédito continúa siendo el de más alta expansión, registrando un aumento interanual a junio 2023 de 26.6%, mientras que la cartera de consumo exhibió un comportamiento en línea con la tendencia registrada en tarjetas de crédito, con +21.4%.
Sin embargo, la cartera comercial sigue siendo la más baja, situándose en 14.1% a junio 2023. En términos reales, es decir ajustado por la inflación, el crédito al sector privado en moneda nacional presentó un crecimiento de 10.1% a junio 2023.
Los márgenes de tasas de interés en el mercado monetario se estrecharon significativamente, al alcanzar niveles históricamente bajos, a 2.9% cuando este marcaba 5.8% en junio del pasado año. Celebramos este avance, conscientes de que permanecemos ante un reto estructural que ha estado presente durante las últimas décadas.
De junio 2022 a junio 2023, se agregaron al sistema 216,801 deudores únicos, casi el doble de los 118,917 ganados entre junio 2021 y junio 2022.Hoy en día, de manera cumulada, el sistema registra 210 mil deudores más que antes de la pandemia.
La cantidad de deudores o personas que están teniendo acceso al crédito formal, como porcentaje de la fuerza laboral, alcanzó su máximo histórico, llegando a representar el 28.1% de las personas en edad de trabajar a marzo de 2023, mientras que representa un 44.1% de las personas económicamente activas para el periodo antes indicado.
De nuevo, reconocemos este resultado, teniendo en cuenta la obligación de seguir avanzando hacia una mayor inclusión financiera.
La solvencia del sistema se mantiene estable luego del impacto negativo que sobre la cartera de préstamos e inversiones tuvieron los aumentos en las tasas de interés. Al mes de junio, el índice de solvencia del sistema financiero se ubicó en 17.19%, muy por encima de la exigencia legal del 10%.
El patrimonio técnico mantiene una saludable trayectoria de crecimiento. El sistema suma DOP366 mil millones en patrimonio técnico para un incremento de 17.0% con relación a junio de 2022 y 42.8% desde agosto de 2020. En los últimos 3 años, el patrimonio técnico del sistema se incrementó alrededor de 110,000 millones de pesos. Destacamos que, el 84.4% del patrimonio técnico del sistema es capital primario, el de mayor capacidad de absorción de pérdidas.
El índice de morosidad se mantiene en sus niveles mínimos históricos. En junio de 2023 se ubicó en 1.14%, registrando una diferencia de –1.03 con respecto a agosto de 2020. Mientras que la morosidad estresada del sistema –una medida más estricta que la Superintendencia monitorea desde la pandemia– se situó en 6.93% a junio.
La gestión adecuada del riesgo se refleja en elevados niveles de cobertura de cartera vencida, con provisiones constituidas equivales a 292.4 % de la cartera vencida.
La rentabilidad continúa creciendo a niveles elevados. A junio de 2023, el Retorno sobre Activos (ROA) y el Retorno sobre el Capital (ROE) se ubicaron en 3.06% y 25.95%, respectivamente, mostrando incrementos de 0.5 y 4.0 puntos porcentuales respecto al año anterior.
El positivo desempeño del sector no es un hecho fortuito. En el mismo se conjugan el dinamismo, la innovación y adaptabilidad del sistema financiero dominicano, con la renovada capacidad regulatoria y de supervisión de la Superintendencia de Bancos, que en todo este trayecto ha mantenido una actitud vigilante sobre la calidad de los activos. También las acciones de política monetaria y regulación que, oportunamente, han sido impulsadas desde el Banco Central y la Junta Monetaria.
Nuestra institución tiene dos grandes y tradicionales líneas de acción para salvaguardar la estabilidad de las entidades financieras: la regulación y la supervisión bancaria. En esta administración agregamos la inclusión y la educación financiera, vista la necesidad de que la ciudadanía se empodere sobre sus derechos y deberes y de promover su acceso al sistema financiero formal, como también de mejorar la protección de la ciudadanía a través de más información.
Nuestra visión es que la Superintendencia de Bancos, en el presente y hacia el futuro, cumpla de manera efectiva sus funciones dentro de un marco de fortalecimiento institucional y el desarrollo de las capacidades técnicas de sus colaboradores a todo nivel. Este proceso de modernización institucional se caracteriza por el fortalecimiento de nuestra capacidad técnica, la estandarización de los procesos y la implementación del principio de “burocracia cero”, con el objetivo de facilitar los procesos administrativos y el acceso a los servicios de la institución con los menores obstáculos y costos posibles. Para ello nos valemos de los avances en la tecnología de la información y la simplificación de los procesos técnicos y administrativos que sirven de base a nuestra institución. No estamos poniendo vino nuevo en recipiente de cuero viejo. Al contrario, la adopción de avances tecnológicos va de la mano con el desarrollo de las capacidades de nuestros colaboradores y la simplificación y agilización de los procesos administrativos.
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Un sistema financiero dinámico y seguro comienza por la calidad del marco regulatorio. Las entidades financieras guardan el dinero de los depositantes para que estos puedan realizar pagos mediante diversos tipos de transacciones y para que terceros puedan tener acceso a préstamos para renovar o construir su casa; invertir en un nuevo negocio u obtener capital de trabajo para asegurar su funcionamiento; para adquirir un vehículo nuevo o usado, comprar un televisor o contar con efectivo cuando se necesite. El trabajo de la regulación prudencial es establecer los lineamientos con la finalidad de asegurar que las instituciones del sistema desempeñen estas funciones de manera eficiente y segura.
Este proceso comienza por evaluar las solicitudes de licencia bancaria y aprobar nuevos productos y servicios financieros. Nos estrenamos con la aprobación del primer banco múltiple 100 por ciento digital de la República Dominicana, un desarrollo que es parte de la progresiva digitalización de los servicios financieros. Este proceso incluyó una rigurosa revisión de los requerimientos de operación, como la cantidad y calidad del capital inicial, la idoneidad y profesionalidad de los accionistas y ejecutivos bancarios, su estructura de gobernanza, los controles internos y externos y su viabilidad económica. Por tratarse de la primera solicitud de esta naturaleza, nos vimos obligados a modificar el proceso de análisis técnico creando mesas permanentes de trabajo que incluían los equipos tradicionales de Regulación, Supervisión y Consultoría Jurídica, pero también de ProUsuario, Monitoreo de Riesgos Operacionales y digitales, Innovación e Inclusión Financiera y Seguridad de la Información.
En términos de normativa, hemos emitido circulares para implementar medidas contra la intermediación financiera y cambiaria no autorizada, y actividades financieras fraudulentas (Circular SB: No. 016/22); para promover mayor transparencia y protección a los usuarios de servicios del sector, estableciendo lineamientos con respecto al tratamiento de los datos biométricos de los usuarios (Circular SB: Núm. 017/22); y para estandarizar el registro de las reclamaciones realizadas por los clientes (Circular SB: Núm. 002/23).
También hemos emitido normativas para mejorar la calidad de las auditorías externas en las EIF, con el objeto de fomentar el cumplimiento de los estándares internacionales, contribuyendo a una mayor transparencia y la eficacia de la supervisión con el instructivo para la Revisión de la Calidad de las Auditorías Externas (Circular SB: Núm. 014/22). Actualizamos el Instructivo para la Elaboración y Preparación de los Planes Estratégicos (Circular SB: No. 020/22) que dispone que las EIF y los intermediarios cambiarios deberán preparar su Plan Estratégico sobre la base de la información financiera auditada del año anterior.
Asimismo, saldamos una deuda de casi una década con la actualización de dos circulares sobre los procesos de autorización y no objeción de las solicitudes recibidas por las entidades. La primera circular rige el proceso, plazo y requerimientos para someter solicitudes de autorización, no objeción y notificaciones de las entidades supervisadas (Circular SB: No. 003-23). La segunda busca promover, facilitar y afianzar la innovación de nuevos productos y servicios que ofrecen las entidades del sector, procurando que estos representen una mejora para el usuario en término de calidad del servicio, costos y ahorro de tiempo. Para los fines establecimos lineamientos a las solicitudes de no objeción para la presentación de modelos de negocios, productos o servicios novedosos a implementar en ambiente de prueba (Circular SB: No. 004-23).
A nivel interno modernizamos nuestros procesos de gestión documental, con la digitalización de las radicaciones de documentos y de las autorizaciones y no objeciones de las solicitudes de las entidades del sistema.
En ese sentido, en el período comprendido desde el 16 de agosto de 2022 al 11 de agosto de 2023, el departamento de Registros y Autorizaciones recibió un total de 5,223 solicitudes de autorización y no objeción de parte de las entidades supervisadas, para un incremento de 21.95% con relación al periodo anterior. Asimismo, respondimos un total de 5,708 para un incremento de 28.7%, con el 90% de los casos concluidos dentro del plazo establecido, para un incremento de 10.11% con relación al periodo anterior. El 99% de las solicitudes procesadas y respondidas por la SB, se recibió digitalmente, vía el Portal Sistema de Información Bancaria (SIB Interactivo).
Para facilitar y estimular el acceso de los usuarios a las entidades reguladas del sistema, la Superintendencia de Bancos puso a disposición del público, a través del portal web institucional y del de ProUsuario, el mapa de acceso de puntos bancarios, el cual incluye sucursales, subagentes y cajeros. De esta manera, unificamos en un mapa toda la información sobre la ubicación de los puntos de acceso bancario a nivel nacional. Concomitantemente, ampliamos la emisión de sellos de identificación de entidades reguladas a los subagentes bancarios y cambiarios. Próximamente lo extenderemos a las entidades fiduciarias bajo nuestra supervisión. Con este sello la población puede validar cuales puntos comerciales tienen la debida autorización de las autoridades a través de un código QR colocado en cada establecimiento. Así la población puede identificar cuando le quieren meter gatos por liebres.
Estos avances reglamentarios, administrativos y tecnológicos son parte del compromiso de la Superintendencia de Bancos de fortalecer el sistema bancario, proteger los depositantes y promover la estabilidad financiera en el país.
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Mediante nuestra labor de supervisión bancaria realizamos el proceso de verificar que las entidades de intermediación financiera y cambiaria gestionen adecuadamente los riesgos a los que están expuestas y que las regulaciones bancarias y de prevención de lavado de activos sean debidamente cumplidas. La supervisión incluye monitorear el funcionamiento del sistema bancario, identificando, incluso, situaciones que pueden estar fuera del perímetro regulatorio.
La Superintendencia de Bancos se encuentra en el proceso de revisar la metodología y práctica de supervisión, así como la gama y calidad de información requerida a las instituciones financieras, con la asesoría del Toronto Centre. Esto dinamizará y optimizará las tareas de supervisión y de otros servicios que prestamos a los ciudadanos. Asimismo, continuamos ejecutando el programa de capacitación de las autoridades y mandos medios de las áreas misionales y de toda la institución.
Hemos asumido una propuesta de cambio organizacional con el fin de que se implementen los criterios, documentos de trabajo y las guías para llevar a cabo la supervisión basada en riesgo. Con este fin se organiza un plan piloto con tres entidades financieras para ensayar su implementación.
La Superintendencia de Bancos, con asesoría internacional, evaluó en 2022 la conformidad de la práctica en la República Dominicana con los Principios Básicos de Basilea para la Supervisión Bancaria Efectiva, con el propósito de reducir las brechas respecto a los estándares internacionales. En 2023, se continuó la asesoría internacional para elaborar un reglamento interno de supervisión que rija los procedimientos que aplicamos en esta función, así como institucionalizar las políticas que nos proponemos seguir para cumplir con nuestro mandato legal.
La supervisión de las Entidades de Intermediación Financiera (EIF) no se limita a las visitas de campo y a revisar los indicadores de cumplimiento, sino que la complementamos con un continuo seguimiento a los riesgos de crédito, operacional, de mercado y de liquidez, y de la forma en que estos son mitigados a través de adecuadas prácticas de gobierno corporativo, gestión de riesgos y control interno. Semanalmente, la Subgerencia de Supervisión nos presenta los hallazgos que resultan de sus evaluaciones, comenzando por la gobernanza de las instituciones financieras y siguiendo los principios de Basilea.
En estas revisiones examinamos aspectos como la conformación de Junta de directores, comprobando si está compuesta por personas con experiencia y calificaciones; la independencia y competencia de la auditoría interna y externa; y si cuenta con un personal ejecutivo con la profesionalidad y experiencia suficiente para establecer y operar las estructuras administrativas y técnicas necesarias para el negocio bancario.
La supervisión también implica que las entidades financieras cuenten con la información necesaria para determinar el riesgo de cada uno de sus deudores. A través de la Central de Riesgos recibimos información detallada sobre la cartera de crédito, inversiones, bienes adjudicados, entre otras.
La disponibilidad de información a través de la Central Crediticia para todas las instituciones del sistema reduce los costos de recopilar información, crea condiciones iguales de competencia para todos los bancos, mejora el conocimiento de los bancos sobre las características de los solicitantes de préstamos y elimina el incentivo de clientes de sobre endeudarse obteniendo créditos de diferentes instituciones sin ninguno de ellos darse cuenta. Como novedad en nuestra gestión, hemos facilitado el proceso de consulta de la Central de Riegos, a través de la implementación de una API, o interfaz de programación de aplicaciones, que le permite a las entidades acceder no solo a la información de cada cliente sino de todo el sistema de forma agregada.
La posibilidad de utilizar la información consolidada de todos los deudores del sistema bancario permite a las instituciones desarrollar modelos predictivos de sus indicadores de riesgos tales como pérdidas esperadas, probabilidad de incumplimiento, etc. Es decir, ponemos en manos de las entidades del sistema la información necesaria para mejorar su gestión de riesgo y minimizar las posibles pérdidas provenientes de sus préstamos.
A nivel interno, nuestra gestión de supervisión se extiende al seguimiento diario de la liquidez del sistema, específicamente, los depósitos overnight y letras a 1 día en el Banco Central de la República Dominicana, sus disponibilidades excluyendo los depósitos remunerados en el BC, la totalidad de depósitos privados y públicos, en moneda nacional y extranjera; la cartera de crédito, el impacto del valor razonable en la solvencia de cada institución en particular y del sistema bancario en general. También realizamos pruebas de estrés a los valores de renta fija en la cartera de inversiones de las instituciones del sistema, y monitoreamos constantemente la posición de encaje, ya sea en moneda nacional o extranjera.
Un pilar importante de Basilea II para estimular la gestión prudente de las instituciones financieras es la “disciplina del mercado”: el proceso mediante el cual los accionistas, depositantes, y compañías calificadoras, etc. “monitorean los riesgos y la posición financiera de los bancos y toman medidas para guiar, limitar y poner precio a los riesgos que (estos) asumen” al prestar y al realizar inversiones en instrumentos financieros de renta fija y variable.
Para que la disciplina del mercado funcione de manera efectiva, los participantes en el mismo deben contar con la información y los medios para limitar el riesgo que asumen las instituciones del sector. Para este fin, hemos creado el Sistema de Información del Mercado Bancario Dominicano (SIMBAD), el cual pone a disposición del público información suficiente para monitorear los riesgos y posición financiera de las instituciones y del sistema en general. En SIMBAD se puede encontrar los estados financieros; la cartera de créditos con el número de deudores únicos, la cartera por deudor, moneda, etc.; la solvencia y hasta las reclamaciones elevadas por los clientes ante las instituciones del sistema. Con esta herramienta, los clientes de las EIF pueden consultar libremente las estadísticas que les permitirán dar un estricto seguimiento a la solvencia de las instituciones en que guardan sus ahorros.
Los incumplimientos y desviaciones detectadas por la supervisión en materia de gobernanza prudencial, registros contables y operaciones prohibidas en detrimento de los clientes tienen consecuencias. En los últimos doce meses aplicamos sanciones a las entidades del sistema por treinta y dos millones doscientos treinta y tres mil cincuenta y tres pesos (DOP32,233,053). Este monto supera el monto total aplicado en cualquier año, previo al 2022, en las sanciones aplicadas en la República Dominicana en materia bancaria. El cumplimiento estricto de las disposiciones de la Ley en materia sancionadora ha generado una mayor disciplina en el mercado y ha contribuido a modificar la conducta de las instituciones, especialmente las relacionadas a la protección al usuario, gobierno corporativo y de envío de información.
En el aspecto institucional y de capacitación, la subgerencia de supervisión recibió asistencia técnica internacional para adecuar su estructura organizacional y afinar los perfiles de puestos; diseñar programas de capacitación para el personal y actualizar el marco y los criterios de las guías utilizadas para la supervisión. En ese mismo tenor, hemos trabajado en el fortalecimiento de la Supervisión Basada en Riesgos (SBR), y hemos creado nuevas áreas, como las divisiones de gestión de datos, riesgo tecnológico, riesgos emergentes y concentración de riesgos, siempre con miras a mejorar la calidad de nuestra supervisión.
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Desde nuestra llegada a la Superintendencia de Bancos hicimos de la inclusión financiera y la bancarización uno de nuestros ejes estratégicos. La inclusión financiera facilita el diario vivir de los individuos y el buen funcionamiento de las pequeñas y grandes empresas. Una simple cuenta bancaria permite guardar el dinero, hacer pagos y transferir dinero a familiares y negocios ubicados a lo largo y ancho del país, recibir remesas y hasta evitar ser víctima de un asalto cuando recibes el dinero fruto de tu trabajo. Una cuenta bancaria es un puente para iniciar el uso de otros productos financieros como préstamos, comenzar y expandir un negocio, invertir en tu educación y la de tus hijos, gestionar riesgos y sobrellevar las crisis que enfrentamos en nuestras vidas.
La inclusión financiera va mano a mano con la educación financiera, pues para que la ciudadanía y los negocios sean unos participantes activos en el sector financiero, tienen que desarrollar conocimiento de conceptos financieros claves para manejar sus finanzas personales y empresariales, así como la capacidad de tomar decisiones informadas. También estar consciente de los riesgos asociados al endeudamiento excesivo, los fraudes financieros y la complejidad de algunos de los instrumentos de crédito que existen en el mercado.
Para reducir la brecha en la educación financiera de nuestra población lanzamos Ruta nacional de educación financiera, con la charla “Ponte pa´ tus finanzas”, dirigida a estudiantes universitarios, visitando 15 provincias en todo el territorio nacional. En el mes de diciembre 2022 fue lanzada la primera edición de la Guía financiera para la población dominicana en el extranjero; en el primer semestre de este año se iniciaron charlas virtuales educativas, con un alcance de más de 900 participantes a través de YouTube y Zoom de @ProUsuarioRD; y en esta semana lanzamos en la Feria Internacional del Libro la Guía básica de finanzas para jóvenes. También impartimos un entrenamiento de educación financiera dirigida a mujeres para incentivar la equidad de género, con 102 participantes. Finalmente, bajo el acuerdo de colaboración con el programa "Supérate", se dio continuidad a las visitas educativas a la Sala de Matemáticas de la Biblioteca Infantil y Juvenil República Dominicana, beneficiando a 480 niños y jóvenes pertenecientes a familias del Programa.
Nuestros esfuerzos de apoyo a la inclusión fueron reconocidos por la Alianza para la Inclusión Financiera (AFI) que nos designó como el nuevo miembro más activo en Grupo de Trabajo AFI y por la diseminación de productos AFI.
Entre las acciones más contundentes que hemos impulsado está, sin dudas, la ampliación de los canales para escuchar, orientar y acompañar a los usuarios del sistema financiero, siendo la aplicación ProUsuario Digital una herramienta estrella en este sentido, que nos ha hecho merecedores de importantes reconocimientos en el país y en el ámbito internacional.
Hoy en día contamos con más de 200,000 usuarios registrados, lo que representa un 76% de incremento con relación al corte de agosto 2022. Por cierto, 54,486 de nuestros usuarios identificaron cuentas inactivas y abandonadas con fondos que alcanzan un total que supera los 63 millones DOP. Adicionalmente, a través de WhatsApp la población puede presentar reclamaciones, recursos de reconsideración y quejas o denuncias asociadas a productos y servicios financieros.
Como institución, apostamos a una interacción constante con nuestros usuarios. Al día primero de agosto, se registraban 355,431 contactos con usuarios, para un incremento de un 31% con relación al corte de agosto de 2022. El 48% de los contactos se realizaron a través de los canales presenciales y un 52 % en canales virtuales alternos. La atención brindada ha sido bien valorada por los usuarios asistidos, obteniendo un promedio mensual de satisfacción de un 93%.
A través de nuestros distintos canales recibimos un total de 5,287 de reclamaciones o reconsideraciones. Los procesos terminaron con una favorabilidad de un 65% para los usuarios y con un tiempo de respuesta promedio de 35.5 días, representando esto una reducción de 15% respecto al primer semestre del año 2022. Las reclamaciones conllevaron a que se instruyera la devolución en beneficio de los usuarios reclamantes de 162.4 millones DOP, para un incremento de un 39% con relación al periodo anterior.
Un logro que nos llega al alma y del cual estamos muy orgulloso en la SB, es la devolución de 220.1 millones a 1,574 usuarios de entidades que salieron del sistema financiero antes de la entrada en vigencia de la Ley Monetaria y Financiera vigente. Este monto es superior a lo logrado en los primeros 24 meses de esta gestión (54.2 millones) y al monto devuelto en el período comprendido entre agosto 2005 y agosto 2020 (179.4 millones). Todo esto el IFIL lo ha ejecutado en un marco de “burocracia cero.” Cuando comenzamos nuestra gestión en el 2020, la estructura encontrada contaba con 47 colaboradores y una nómina anual que rondaba los DOP 73.4 millones, hoy el departamento cuenta con solo 20 colaboradores y una nómina anual de DOP 42,6 millones. Como lo escuchan: con menos recursos logramos grandes hitos en pro de los ahorrantes.
También me gustaría destacar que, además mejorar el servicio que damos a entidades y usuarios, creamos una plataforma para que el público pueda solicitar las certificaciones que expide nuestra Consultoría Jurídica de manera completamente virtual.
Igualmente, durante este último año reforzamos los esfuerzos para informar y alertar a la población en general sobre los riesgos de invertir en empresas o esquemas financieros que no cuentan con la debida supervisión estatal. En ese sentido lanzamos la campaña Misión Centinela, mediante la cual ponemos a disposición del público herramientas útiles para su empoderamiento y para prevenir que agentes económicos no autorizados se aprovechen de la falta de información de la ciudadanía para realizar actividades al margen de la ley, incluyendo delitos como robos, fraudes y abusos de confianza.
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En el ámbito interno nos hemos embarcado en un amplio programa de renovación que, además de la estructura tecnológica, abarca la estructura física, comunicacional y organizacional de la institución, la capacitación del personal y la gobernanza interna.
Una de nuestras primeras iniciativas al llegar a la institución fue evaluar el estado de la infraestructura física de la Sede y las oficinas de ProUsuario en Santiago y Santo Domingo, IFIL y áreas administrativas. La evaluación de la Sede determinó que era necesario realizar refuerzos estructurales importantes, corregir vicios de construcción visibles, mejorar la resistencia sísmica de las columnas, conforme a un diagnóstico que elaboró la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (ONESVIE). La readecuación de las oficinas de ProUsuario, IFIL y áreas administrativas respondía a la necesidad de dotarlas de espacios físicos adecuados para satisfacer la demanda de servicios de atención de los usuarios del sistema financiero y contar con un punto central de contacto más accesible.
La Sede de nuestra institución es una muestra emblemática la obra del destacado arquitecto dominicano Gay Vega. Su rediseño tomó en cuenta preservar el patrimonio arquitectónico e histórico que representa la edificación, garantizar la armonía de la estructura con el entorno de Gazcue y permitir un mejor aprovechamiento de los espacios interiores, tomando en cuenta las demandas de crecimiento futuro de la institución.
El proyecto también tiene como objetivo optimizar los sistemas eléctricos y de climatización y mejorar el consumo energético. Del mismo modo, cumplir con la normativa vigente y mitigar riesgos sobre el personal y la operatividad, instalando un sistema contra incendios que antes era inexistente.
Para cada uno de esos proyectos de infraestructura nos aseguramos de contar con la autorización del Poder Ejecutivo para que los mismos se realizaran conforme a los procedimientos definidos por el decreto de racionalización del gasto público vigente. Los mismos fueron planificados, presupuestados y aprobados conforme a los procedimientos aplicables a la Autoridad Monetaria y Financiera y en cumplimiento de la Ley 340-06 sobre Compra y Contrataciones; en cumplimiento de las normativas municipales y de edificaciones, las leyes que tutelan los derechos de los ciudadanos con discapacidad, y en total correspondencia con los principios contenidos en la Constitución y las leyes que rigen el quehacer de la Administración Pública.
Sepan que lo que estamos haciendo con estos proyectos es pagar una deuda histórica con la estructura que nos aloja, haciendo que sea más segura, más respetuosa del entorno y las normas urbanas, más adecuada ante nuestras necesidades de espacio físico y más accesible.
Todo esto contribuirá a mantener la certificación que recibimos en mayo de este año por parte del Ministerio de Trabajo de nuestro sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo. Un hito que me llena de satisfacción, no solo porque fuimos la tercera entidad estatal en obtenerla, sino porque nos avala como una institución que aplica correctamente las normativas de seguridad y provee de espacios adecuados para garantizar la salud laboral a todo su personal.
En materia de gobernanza interna hicimos un ejercicio de revisión y reestructuración de nuestros órganos, estableciendo manuales de funcionamiento y estructuras alineadas a nuestro plan estratégico institucional.
Este es un campo de alta prioridad, pues es nuestro interés desarrollar una gestión transparente como institución pública, a través del seguimiento adecuado y la fiscalización de nuestras operaciones y actuaciones.
Desde esa convicción, como ente supervisor, decidimos dar el ejemplo y crear el Comité de Auditoría. Su objetivo es definir los lineamientos generales en materia de auditoría, supervisar y evaluar el sistema de control interno, así como el accionar de las auditorías internas y externas realizadas a la institución. Este órgano independiente, con autonomía funcional y que excluye a funcionarios con responsabilidad en las operaciones de la institución, reporta directamente y tiene la obligación de presentar anualmente los resultados de su gestión a la Junta Monetaria.
La autonomía de este departamento fomenta una cultura de transparencia, permite establecer controles eficaces y una mejor administración de riesgos, robusteciendo así las operaciones de la institución. Así como le exigimos a las entidades supervisadas seguir las mejores prácticas en materia de auditoría, nosotros también nos sujetamos a dar cumplimiento a los requisitos que establece el Marco Internacional para la Práctica Profesional de Auditoría Interna.
Como entidad del sector público nos hemos apegado a las directrices del Poder Ejecutivo en materia de Transparencia. Muestra de ello es que a junio del presente año habíamos alcanzado una puntuación de 98.7 de 100 en el sistema monitoreo de portales de transparencia de la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental (DIGEIG). Lo que nos coloca dentro de las instituciones de mayor cumplimiento del Estado Dominicano.
Sin embargo, nos hemos propuesto ir más allá. Como entidad supervisora también queremos mantener altos estándares de integridad en nuestra interacción con el sistema financiero. Por eso nos encontramos en el proceso de introducir un reglamento de conflicto de intereses con vistas a evitar que las decisiones y conducta de nuestros colaboradores sea influida o capturadas por los intereses de las instituciones bajo nuestro cuidado. Los conflictos de intereses surgen cuando intereses privados socavan la capacidad de nuestros colaboradores de desempeñar sus funciones de acuerdo con los valores de responsabilidad, integridad e imparcialidad.
El ámbito de cobertura del reglamento incluye las EIF, proveedores y contratistas, los colaboradores de la institución con quienes se mantenga una relación económica o familiar bajo grado de consanguinidad/afinidad hasta segundo grado; los colaboradores de riesgo “alto”, sus funciones en el proceso e instrumentación de decisiones; esquema de políticas de identificación y declaración de conflictos de interés, como también de mitigación, gestión, excepciones y disciplina. Para septiembre de este año estará en marcha el proyecto ISO 37001- Antisoborno para las áreas de Compras, Sanciones y Supervisión de Prevención de Lavado de Activos y otros delitos financieros. Esto incluye aspectos tales como matrices de personal alto riesgo, niveles de cargos públicos que debe verificarse Declaración Jurada; actualización de requisitos de documentación para expedientes de candidatos; proceso y correo institucional para denuncias y campaña interna entre otros. Aspiramos que la implementación de estas reglamentaciones junto a otras acciones futuras convierta a la Superintendencia de Bancos en un referente de conducta para el sector público y pensamos que estamos avanzando satisfactoriamente.
La capacidad de una institución como la Superintendencia de Bancos de influir sobre la conducta de las instituciones financieras en una época de rápido cambio tecnológico depende, en gran parte, de la preparación del personal y de la tecnología de información.
En el desarrollo y actualización de habilidades técnicas, basadas en conocimiento, y las habilidades suaves, que preparan para comunicar y liderar mejor, ejecutamos el 68% y 78% del presupuesto en los años 2021 y 2022, porcentaje que supera varias veces los montos ejecutados en el período 2014-2020, tiempo en el que la ejecución presupuestaria de capacitación fue menor a 10%. A junio de este año ya usamos 56.2% del presupuesto en capacitación y, de seguir esa tendencia, podríamos alcanzar el 100%. El número de colaboradores capacitados a junio asciende a 556, de los cuales 329 son mujeres y 228 hombres, 330 en las áreas misionales y 226 en las de apoyo. Esto me satisface muy especialmente, pues una burocracia capaz es una burocracia competente y eficaz.
Con respecto a las capacidades tecnológicas, la digitalización del sistema financiero en todas sus dimensiones nos obliga a adoptar tecnología de información de punta para automatizar y eficientizar procesos administrativos y operacionales; digitalizar data y herramientas de trabajo; y mejorar el análisis y la visualización de datos.
Nuestro equipo de TI ha logrado importantes avances de cara a este contexto, como la descarga de información consolidada de manera automatizada y la implementación de servicios para monitorear los componentes de la infraestructura tecnológica de la institución para evitar eventos e interrupciones de servicios, entre otros esfuerzos.
Cabe destacar, además, los avances del nuestro Sistema de Gestión Integrado (SGI), que ya está impactando la mayor parte de los departamentos de la SB con esfuerzos de formalización, estandarización y mejora de procesos. En adición, me complace informar que ya son 4 los departamentos de esta Superintendencia (ProUsuario, R&A, PLAFT y Sanciones), con procesos certificados bajo la norma internacional de calidad ISO 9001.
Nuestra apuesta es alcanzar estándares internaciones en aspectos como cumplimiento normativo, antisoborno, continuidad de negocios, gobernanza de TI, equidad de género, seguridad de la información, seguridad y salud laboral y medio ambiente. En esta última categoría quiero resaltar la obtención de la certificación medioambiental 3R, nivel Oro, en junio del presente año.
Por último, pero no menos importante quiero destacar nuestros estándares para el cuidado y desarrollo de nuestra gente. La certificación de Great Place to Work, acredita que tenemos objetivos claros de gestión humana, y refleja nuestro compromiso con los valores institucionales. Hoy celebramos que el 91% de nuestros colaboradores considera que la Superintendencia de Bancos en un gran lugar para trabajar.
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Finalmente, hay otro compromiso. Una iniciativa desde el Ministerio de Hacienda que abrazamos como institución, y todo lo que hemos desplegado en esta lista de resultados fortalece nuestra capacidad de aportar. La calificación de la deuda soberana determina las condiciones en que un país accede a los mercados internacionales de crédito. Una aspiración para nuestro país es alcanzar el grado de inversión con los objetivos de reducir los costos de financiamiento y ampliar el grupo de compradores potenciales de nuestras emisiones de bonos, en moneda extranjera y en pesos, en vista de que tienen límites más bajos del riesgo que pueden asumir en sus inversiones. Estudios muestran que además de variables macroeconómicas como exportaciones, crecimiento económico, deuda externa e interna, el tamaño del sector financiero o el crédito privado como porcentaje del PIB es de suma importancia. Esta es una de las razones, entre otras, por la que tenemos interés en profundizar la bancarización de la población y aumentar la eficiencia de las EIF, que en un lenguaje llano significa proporcionar una mayor gama de servicios financieros a bajo costo.
Continuemos enfocados en la ruta que nos plantean nuestros lineamientos estratégicos para seguir aportando valor como servidores públicos, consolidando el fortalecimiento de nuestra institución, contribuyendo a la salud del sector e impulsando el desarrollo de nuestro país.
Finalmente, reafirmo la importancia de una palabra: Gracias. Gracias a ustedes, equipo, que han venido dando lo mejor de sí desde que llegamos a la SB, en agosto de 2020, siendo ejemplo de compromiso y excelencia. Y no puedo desaprovechar la oportunidad de valorar, nuevamente, el gesto que ha tenido el presidente de la República, Luis Abinader Corona, dándonos la oportunidad de realizar esta misión. Aprecio mucho la confianza que ha puesto en nosotros para dirigir esta superintendencia. Igualmente, el apoyo que hemos recibido constantemente de la Junta Monetaria, nuestro órgano rector, y el Banco Central de la República Dominicana.
Muchísimas gracias a todos y todas.