La sostenibilidad se ha consolidado como un eje central en el sector financiero, integrando criterios ambientales, sociales y de gobernanza en la gestión de riesgos y operaciones bancarias. A nivel internacional, persiste el reto de armonizar los estándares regulatorios, lo que complica la aplicación uniforme de requerimientos de capital vinculados a riesgos ASG. Pese a estas diferencias regionales, existe un consenso creciente sobre la necesidad de avanzar hacia una supervisión financiera más alineada con los principios de sostenibilidad.
Desde 2017 la legislación dominicana pasó del concepto de secreto bancario a obligación de confidencialidad, para adaptarse a las necesidades de este tiempo y a las mejores prácticas internacionales.
La inteligencia artificial aporta facilidades a los procesos de auditoría de las organizaciones, al permitir el procesamiento ágil de datos en tiempo real, detección anticipada de irregularidades y la evaluación continua mediante auditorías automatizadas, entre otros.
Los subagentes bancarios (SAB) han revolucionado el acceso a los servicios financieros en la República Dominicana. Desde sus inicios, en 2014, han experimentado un crecimiento constante, y están experimentando un nuevo impulso con la reciente actualización del reglamento de SAB, aprobado por la Junta Monetaria mediante la quinta resolución del 25 de enero de 2024.
Un tiempo atrás, relacionar el cambio climático con el sistema financiero parecía irracional, al igual que conectar el medioambiente con las finanzas. Hoy, la sostenibilidad, encapsulada en las siglas ASG (Ambiental, Social y de Gobierno), ha emergido como un factor esencial para el sector financiero, vinculando inversión, ética corporativa y responsabilidad medioambiental.
Publicamos contenido sobre temas de interés en los ámbitos de la supervisión y regulación bancaria y la protección al usuario de los servicios financieros.